Los intereses no eran comunes
El no pago de los sueldos de los obreros por casi dos meses, algo que se ha convertido ya en una costumbre en el concejo provincial de San Ignacio, ha obligado el rompimiento inevitable del sindicato único de trabajadores municipales, quienes decidieron separarse de los trabajadores de esta misma institución, estimando que los intereses de ambos no son los mismos.
El no pago de los sueldos de los obreros por casi dos meses, algo que se ha convertido ya en una costumbre en el concejo provincial de San Ignacio, ha obligado el rompimiento inevitable del sindicato único de trabajadores municipales, quienes decidieron separarse de los trabajadores de esta misma institución, estimando que los intereses de ambos no son los mismos.
Mientras que los obreros gestionan y luchan por hacer respetar sus derechos exigiendo a la patronal cumpla con sus obligaciones, los trabajadores allegados al Alcalde no respaldan estas medidas cumpliendo un rol de complicidad que agravia a la mayoría laboral.
El concejo provincial les adeuda casi dos meses, no paga sus CTA y lo correspondiente a ESSALUD que pasa el millón de soles, teniéndolos desprotegidos y propensos a sufrir cualquier abandono de los operadores en lo referente a sus derechos.
La situación económica es crítica en las familias municipales y por sobre estas necesidades, la indiferencia se acrecenta a tal grado de que el Alcalde y regidores se han subido el sueldo y dietas y cobran puntualmente, dejando a los obreros impagos hasta por dos meses consecutivos y sin sus aguinaldos que por ley les corresponde.
Según la información, durante mucho tiempo han soportado estas humillaciones pero la necesidad los ha obligado a iniciar un cambio no sólo de actitud; sino también de actuar.
Anuncian de forma urgente formalizar su nueva personería jurídica ante registros públicos, e iniciar todas las acciones legales que correspondan a hacer prevalecer sus derechos encuadrados dentro de la normativa vigente.
